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Desconsuelo (Desconhort)

El Desconsuelo (Desconhort) (1295) es un poema de 69 estrofas monorrimas de 12 versos alejandrinos, que debía recitarse al son del poema épico carolingio, hoy perdido, Berart de Montdidier. Se trata de un trabajado debate en verso entre Ramón y un ermitaño, primero reticente y después entusiasta, a propósito del programa artístico del beato, que recupera con finalidades propagandísticas las técnicas literarias a las que Llull había renunciado cuando se convirtió y abandonó la poesía trovadoresca.

El poema empieza con un relato biográfico: Ramón está ‘en melancolía’ porque hace treinta años que se dedica sin éxito a la causa de la conversión de los infieles y del enaltecimiento de la fe. Un ermitaño que se encuentra presente invita a Ramón a hacer examen de conciencia para ver si su Arte general es efectivamente una buena causa. A Ramón le parece que está libre de pecado porque parte del amor a Dios y de un auténtico impulso de caridad hacia el prójimo. Las reticencias del interlocutor no consuelan a Ramón, sino que lo hacen enojar: nada lo puede ayudar si fracasa. Finalmente, ‘consideró el ermitaño si Ramón decía la verdad’ y acaba reconociendo que la empresa que este ha iniciado es buena y agradable a Dios. Ramón encuentra un primer alivio para su pena en el momento en que el ermitaño se muestra dispuesto a colaborar con él, y da gracias a Dios.

Texto íntegro del Desconsuelo (Desconhort).